
Como todos los grandes westerns, Fort Apache es mucho más que «una del Oeste» o «una de indios y vaqueros». Siguiendo la tradición que cristalizará en la plegaria americana pronunciada por el periodista Dutton Peabody (Edmond O’Brien) en El hombre que mató a Liberty Valance (The man who shot Liberty Valance, John Ford, 1962), «cuando los hechos se convierten en leyenda, imprime la leyenda», Fort Apache explora los mecanismos intelecto-espirituales que llevan al ser humano a la creación de mitos, a la necesidad de inventar ficciones, llámense Dios, Héroes, Historia, Nación o de cualquier otro modo, como vía para el nacimiento y consolidación de la idea de comunidad, para el mantenimiento de un sistema de valores, costumbres, rituales y creencias comunes que propicie la pervivencia del grupo, de la sociedad, en el tiempo, y también para el establecimiento por parte del poder de un statu quo que permita preservar su control sobre las masas gracias a su fácil manipulación.
Primer capítulo de la llamada Trilogía de la Caballería -seguido por La legión invencible (She wore a yellow ribbon, 1949) y Río Grande (ídem, 1950)-, Fort Apache es además un magnífico western, con unos meritorios exteriores filmados en Monument Valley, una espléndida galería de personajes, encabezada por el arrogante, inflexible y autoritario Owen Thursday (Henry Fonda), el enigmático, epigramático, ático, gramático, simbólico, flemático, pragmático, hiperbólico y simpático capitán York (John Wayne), la cremosa y untuosa Philadelphia (Shirley Temple, ya crecidita, que baila lo justo y canta menos aún, afortunadamente) y el panoli del teniente O’Rourke (el panoli de John Agar), y acompañada por buena parte de la habitual galería de secundarios del cine de Ford (Victor McLaglen, Anna Lee, Jack Pennick, George O’Brien, Ward Bond, Pedro Armendáriz…), con un extraordinario pulso narrativo de ritmo vibrante y sensibilidad poética, alguna que otra dosis de humor irlandés y un clímax final que enlaza con la verdadera historia de George Armstrong Custer y el desastre de Little Bighorn.
Una gran película, riquísima en matices, puntos de vista y valores interpretativos, narrativos y técnicos, de cuando en el cine se producían PICTURES, y no films como en los setenta ni movies como en la actualidad (en la devaluación del término hollywoodiense para referirse a las películas viene implícito el empequeñecimiento de éstas en cuanto a calidad, su falta de ambiciones y su diseño infantil), con la que a buen seguro la hora de coloquio nos sabrá a muy muy poco.
III Ciclo Libros Filmados, organizado por la AsociaciónAragonesa de Escritores en colaboración con Fnac Zaragoza-Plaza de España
4ª sesión: martes, 24 de abril de 2012: Fort Apache, de John Ford (1948), basada en los relatos de James Warner Bellah.
– 18:00 h.: proyección
– 20:05 h.: coloquio, con John Ford, John Wayne, Henry Fonda y Alfredo Moreno